~Te veo,
¡ahí estas! Esta vez luces calmado, diría que estas feliz ¿Cómo haces para
verte así? Ahí observando una radiante casa, sollozos tus castaños ojos
reflejan una belleza que jamás me di en la tarea de descifrar en nadie, tu
llanto era leve de plena dicha, tu aura despliega una sensación placentera y yo
solo soy una oculta espectadora de ello.~
Tengo la
sensación de que estoy soñando y me percato de un olor nefasto, antes de darme
cuenta tengo lo ojos vendados ¡Oh Mierda! Estoy vendada, atada y descalza sobre
un piso húmedo y frio. Mis brazos están apoyados en mi espalda sujetas son una
soga o algo tan apretado que siento que me quema su roce.
¿Dónde
estoy? Mi mente me ha jugado otra mala racha con el sueño, realmente pensé que
lo estaba viendo de nuevo. ¿Por qué lo he vuelto a soñar si jamás lo he visto?
¿Qué significara su repentina felicidad? ¿Cuál será esa casa?
Ok mas
importante ¿Dónde estoy? Llevo 10
minutos meditando las cosas y no noto presencia de nadie e intento sacudir mi
cabeza y zafarme la venda pero mi intento es en vano, y Natalie? ¿Estará cerca
de mi?
-Nati?-
Susurro en caso de estar alguien cerca.
Nadie
acude a mi llamado y me desespera.
No se si
moverme o gritar, creo que lo mas
conveniente es seguir guardando la calma, lo ultimo que recuerdo a parte de mi
sueño fue estar con Natalie rastreando a la chica y el hombre que la calmo,
luego aquellas personas irreconocibles
que no pude observar nos inmovilizaron y por ultimo aquella mirada que
simplemente consume mis ganas de vivir. Me doy cuenta que estuve a punto de
morir de nuevo o bueno me estaba rindiendo ante las sombras; pensé que seria el
momento de mi muerte y una vez mas no fue así,
aunque no se si deba alegrarme por eso.
El viento
sopla hacia mi cara y me restriega el fétido olor que impregnaba el lugar,
siento que la habitación es de tamaño mediano y tiene alguna puerta o ventana
de donde proviene la brisa; aun con mi visión en total negro intento mover los
pies en busca de algún objeto en el suelo que me auxilie en la tarea de
quitarme las ataduras.
Nada no
consigo nada.
A duras
penas y logro levantarme, llego con dificultad de espaldas a una de las
paredes, intentando registrar la habitación sin poder ver nada me tropiezo con
una mesa de hierro la cual me golpeo bruscamente haciéndome caer al piso del
dolor, mis manos sienten otra mano en extremo fría y giro mi cabeza en el
intento de indagar quien es pero olvido que no puedo ver nada, palpo con
fisgoneo aquella mano esta húmeda con algún tipo de liquido; le busco el pulso
y jamás lo conseguí esta persona esta muerta, ¡Toque a un muerto!
Me aparto
lo mas rápido que puedo, jamás he visto a un muerto ni en la urna y acabo de
tocar a uno ¡Natalie! Esta muerta, la ultima persona con quien estuve fue ella
y ahora esta aquí muerta y la próxima seré yo.
-Sáquenme
de aquí!-
-Lo
siento amiga, no se que hicimos pero lo siento-
-¿Por qué
mataron a mi amiga?
-Se han
llevado a mi hermana de otra sangre-
Mis
lagrimas traspasan la tela que me cubre los ojos.
Me acerco
a el cadáver de Natalie para tocarla y descubrir lo que le hicieron, pero con
mis mano así es imposible, recuerdo que tiene una quemadura en el pie a causa
de pisar un cigarrillo de pequeña estando descalza y le busco el pie izquierdo
y no esta la cicatriz mis lagrimas bajan su intensidad, localizo la cara y su
cabello, no es Natalie; Definitivamente no lo es, es una chica de cabello corto
o quizás un chico con cabello largo, no lo se.
Sigo
llorando tal cual una magdalena no es justo que esta persona este muerta, ¿Qué
hizo en su vida para merecer a muerte? ¿Terminare de la misma manera? ¿Qué he
hecho?
Si mi
vida había sido tan aburrida en si que jamás he perpetrado una maldad
significante.
Intento
ordenar mis ideas y no ser presa del pánico en una situación tan critica, me
aparto del cuerpo y me levanto siguiendo las patas de la mesa hasta el tope y
me quedo de espaldas hacia la mesa con las manos sobre ella, con suma cautela
toco cada objeto que hay en la mesa y la mayoría no pude descifrar que cosas
eran solo tenían la contextura de objetos de metal entre ellos encuentro varios
cuchillos y con todo el silencio posible cojo uno y me desato las manos, el
cuchillo era tenia tanto filo que no tardo ni medio minuto es cortar la soga.
La sensación de libertad se ve pausada por mi venda y las soga que me ata los
pies, maniobro para desatar el indescifrable nudo y mi vista se torna borrosa
después de no se cuantas horas vendada y me desate los pies; cuando mi vista
volvió a su normalidad luego de varios minuto no podía creer en que tipo de
lugar estaba y todas las cosas que en la habitación habían.
Un
matadero de humanos?
Mis
piernas perdieron fuerzas y caí de la impresión, aparatos e implementos de
tortura llenos de suficiente sangre para causar un horrible olor, el cuerpo que
estaba postrado en el piso era de un chico el cual su suerte no fue nada buena, estaba desangrado,
rasgado, cortado y torturado vilmente; me alivio saber que no era Natalie
aunque de igual manera no deje de llorar por tanta maldad junta para disfrutar
el sufrimiento y muerte de una persona.
En medio de mi agonía escuche sonidos
provenientes de afuera y salgo de mi shock. Me oculto tras una silla de hierro
de tamaño considerable y se acercan dos hombres corpulentos en busca de algo o
quizás de mi.
Husmean
de manera brusca los objetos de aquel cuarto de manera rápida, en la búsqueda
de algo, ni una palabra sale de ellos al ver que mis sogas y vendas están en el
suelo se dan cuenta de que alguien estuvo ahí y se hacen señas mutuamente para
seguir buscando. Sudo frio y exhalo de manera leve para que no sientan mi
presencia. Son corpulentos a comparación de otros chicos y por la expresión de
sus caras no parecen muy felices de no encontrar lo que quieren. Ambos intentan
limpiar el desorden y uno recoge el cuerpo ensangrentado y otro recoge las
cosas que me apresaban; están a punto de irse, lo logre.
-La chica
ha escapado, no debe estar muy lejos y aterrada será mas fácil rastrearla- el
mas alto dijo.
-Primero
lo primero tenemos que deshacernos de este cuerpo y luego la buscamos, el olor
de una dama en apuros y aterrada se puede sentir a kilómetros- respondió
enseguida el otro.
Se fueron
de manera fugaz, solo vi sus sombras saliendo de aquel lugar, como si fueran
fantasmas. A que se refiere con olerme? Acaso es un animal para tener sentido
del olfato a kilómetros de distancia? O estaba realmente loco?
Necesito
salir de aquí, desde la puerta veo el exterior sin importarme que alguien
pudiera verme, quiero realmente salir de aquí. Corro como si mi vida dependiera
de ello, porque realmente depende de ello. Me oculto tras una espesa cantidad
de arboles cerca del perímetro de aquella habitación de tortura. Era solo un
pequeña habitación en una zona alejada lo único cerca era un terreno plano sin
uso y el lugar donde me encontraba lleno de Arboles.
Estoy
cansada, descalza, herida, sucia, ensangrentada y ni siquiera se si toda esta
sangre es solo mía o también de aquel cuerpo, porque no me han matado? ¿Por qué
la muerte me esta persiguiendo?
Necesito
llegar a un lugar seguro, pero no creo poder aguantar mucho tiempo. Recuerdo lo
que discutían aquellos hombres y me apresure en encontrar una salida de aquel
lugar, no quiero que me encuentren así de rápido como hablaban acerca de mi
olor y desesperación; camine y camine y seguí caminando no importaba cuan lento
iba solo me mantuve caminando por lo que parecían horas, encontré un camino de
tierra por donde puede pasar carros y me guie hasta que la noche apareció en
frente de mi tan rápido como si se burlara en mi cara. No puedo mas, mis pies
me arden, mi estomago ruge tengo hambre, estoy famélica. Diviso una casa a
muchos metros de mi y se que mi cuerpo ya no aguantara ir hasta allá, escucho
un sonido pero no le doy mucha importancia mi cabeza ha estado dando vueltas y
he escuchado tanto que ya no se si es parte de mi o si realmente hay alguien
cerca. Sigo teniendo esos sonido en mi cabeza.
-Ne,
necesito ayuda creo que estoy herida- Susurro pues la voz se me esta acabando.
-Quorsum
habetis qui auxilio?- Me responden.
-Que? No
entiendo lo que dice-.
-Te
pregunte cual será el propósito de ayudarte- Aparece un hombre bien parecido de
las tinieblas en los arboles y tiene un gesto amable.
-El único
propósito que persigo vivir- Respondí con toda la sinceridad posible aunque no
entiendo porque me hizo semejante pregunta.
-Ven
conmigo, yo te ayudare, yo te daré lo que necesitas-.
Me tomo por un brazo y alzo el suyo detrás de
mi cabeza para poder apoyarme en el.
~Por
ahora necesito poder vivir~ pensé, dejándome guiar con su cuerpo ya que el mío
estaba tambaleando para poder seguir sus pasos.
-Exacto,
eso es lo que necesitas, por ahora-.
¿Me ha
leído la mente? ¿Enserio lo pensé o lo dije? Ya no se que ha pasado conmigo y
no tengo las fuerzas para seguir cuestionándome, solo quiero descansar.