Datos personales

Mi foto
18. Venezolana, escritora por pasión.

Vistas de página en total

09 junio, 2013

Conociendo un pedazo del infierno (Quien eres cap. VI)


~Te veo, ¡ahí estas! Esta vez luces calmado, diría que estas feliz ¿Cómo haces para verte así? Ahí observando una radiante casa, sollozos tus castaños ojos reflejan una belleza que jamás me di en la tarea de descifrar en nadie, tu llanto era leve de plena dicha, tu aura despliega una sensación placentera y yo solo soy una oculta espectadora de ello.~
Tengo la sensación de que estoy soñando y me percato de un olor nefasto, antes de darme cuenta tengo lo ojos vendados ¡Oh Mierda! Estoy vendada, atada y descalza sobre un piso húmedo y frio. Mis brazos están apoyados en mi espalda sujetas son una soga o algo tan apretado que siento que me quema su roce.
¿Dónde estoy? Mi mente me ha jugado otra mala racha con el sueño, realmente pensé que lo estaba viendo de nuevo. ¿Por qué lo he vuelto a soñar si jamás lo he visto? ¿Qué significara su repentina felicidad? ¿Cuál será esa casa?
Ok mas importante ¿Dónde estoy?  Llevo 10 minutos meditando las cosas y no noto presencia de nadie e intento sacudir mi cabeza y zafarme la venda pero mi intento es en vano, y Natalie? ¿Estará cerca de mi?
-Nati?- Susurro en caso de estar alguien cerca.
Nadie acude a mi llamado y me desespera.
No se si moverme  o gritar, creo que lo mas conveniente es seguir guardando la calma, lo ultimo que recuerdo a parte de mi sueño fue estar con Natalie rastreando a la chica y el hombre que la calmo, luego aquellas personas irreconocibles  que no pude observar nos inmovilizaron y por ultimo aquella mirada que simplemente consume mis ganas de vivir. Me doy cuenta que estuve a punto de morir de nuevo o bueno me estaba rindiendo ante las sombras; pensé que seria el momento de mi muerte y una vez mas no fue así,  aunque no se si deba alegrarme por eso.
El viento sopla hacia mi cara y me restriega el fétido olor que impregnaba el lugar, siento que la habitación es de tamaño mediano y tiene alguna puerta o ventana de donde proviene la brisa; aun con mi visión en total negro intento mover los pies en busca de algún objeto en el suelo que me auxilie en la tarea de quitarme las ataduras.
Nada no consigo nada.
A duras penas y logro levantarme, llego con dificultad de espaldas a una de las paredes, intentando registrar la habitación sin poder ver nada me tropiezo con una mesa de hierro la cual me golpeo bruscamente haciéndome caer al piso del dolor, mis manos sienten otra mano en extremo fría y giro mi cabeza en el intento de indagar quien es pero olvido que no puedo ver nada, palpo con fisgoneo aquella mano esta húmeda con algún tipo de liquido; le busco el pulso y jamás lo conseguí esta persona esta muerta, ¡Toque a un muerto!
Me aparto lo mas rápido que puedo, jamás he visto a un muerto ni en la urna y acabo de tocar a uno ¡Natalie! Esta muerta, la ultima persona con quien estuve fue ella y ahora esta aquí muerta y la próxima seré yo.
-Sáquenme de aquí!-
-Lo siento amiga, no se que hicimos pero lo siento-
-¿Por qué mataron a mi amiga?
-Se han llevado a mi hermana de otra sangre-
Mis lagrimas traspasan la tela que me cubre los ojos.
Me acerco a el cadáver de Natalie para tocarla y descubrir lo que le hicieron, pero con mis mano así es imposible, recuerdo que tiene una quemadura en el pie a causa de pisar un cigarrillo de pequeña estando descalza y le busco el pie izquierdo y no esta la cicatriz mis lagrimas bajan su intensidad, localizo la cara y su cabello, no es Natalie; Definitivamente no lo es, es una chica de cabello corto o quizás un chico con cabello largo, no lo se.
Sigo llorando tal cual una magdalena no es justo que esta persona este muerta, ¿Qué hizo en su vida para merecer a muerte? ¿Terminare de la misma manera? ¿Qué he hecho?
Si mi vida había sido tan aburrida en si que jamás he perpetrado una maldad significante.
Intento ordenar mis ideas y no ser presa del pánico en una situación tan critica, me aparto del cuerpo y me levanto siguiendo las patas de la mesa hasta el tope y me quedo de espaldas hacia la mesa con las manos sobre ella, con suma cautela toco cada objeto que hay en la mesa y la mayoría no pude descifrar que cosas eran solo tenían la contextura de objetos de metal entre ellos encuentro varios cuchillos y con todo el silencio posible cojo uno y me desato las manos, el cuchillo era tenia tanto filo que no tardo ni medio minuto es cortar la soga. La sensación de libertad se ve pausada por mi venda y las soga que me ata los pies, maniobro para desatar el indescifrable nudo y mi vista se torna borrosa después de no se cuantas horas vendada y me desate los pies; cuando mi vista volvió a su normalidad luego de varios minuto no podía creer en que tipo de lugar estaba y todas las cosas que en la habitación habían.
Un matadero de humanos?
Mis piernas perdieron fuerzas y caí de la impresión, aparatos e implementos de tortura llenos de suficiente sangre para causar un horrible olor, el cuerpo que estaba postrado en el piso era de un chico el cual su suerte  no fue nada buena, estaba desangrado, rasgado, cortado y torturado vilmente; me alivio saber que no era Natalie aunque de igual manera no deje de llorar por tanta maldad junta para disfrutar el sufrimiento y muerte de una persona.
 En medio de mi agonía escuche sonidos provenientes de afuera y salgo de mi shock. Me oculto tras una silla de hierro de tamaño considerable y se acercan dos hombres corpulentos en busca de algo o quizás de mi.
Husmean de manera brusca los objetos de aquel cuarto de manera rápida, en la búsqueda de algo, ni una palabra sale de ellos al ver que mis sogas y vendas están en el suelo se dan cuenta de que alguien estuvo ahí y se hacen señas mutuamente para seguir buscando. Sudo frio y exhalo de manera leve para que no sientan mi presencia. Son corpulentos a comparación de otros chicos y por la expresión de sus caras no parecen muy felices de no encontrar lo que quieren. Ambos intentan limpiar el desorden y uno recoge el cuerpo ensangrentado y otro recoge las cosas que me apresaban; están a punto de irse, lo logre.
-La chica ha escapado, no debe estar muy lejos y aterrada será mas fácil rastrearla- el mas alto dijo.
-Primero lo primero tenemos que deshacernos de este cuerpo y luego la buscamos, el olor de una dama en apuros y aterrada se puede sentir a kilómetros- respondió enseguida el otro.
Se fueron de manera fugaz, solo vi sus sombras saliendo de aquel lugar, como si fueran fantasmas. A que se refiere con olerme? Acaso es un animal para tener sentido del olfato a kilómetros de distancia? O estaba realmente loco?
Necesito salir de aquí, desde la puerta veo el exterior sin importarme que alguien pudiera verme, quiero realmente salir de aquí. Corro como si mi vida dependiera de ello, porque realmente depende de ello. Me oculto tras una espesa cantidad de arboles cerca del perímetro de aquella habitación de tortura. Era solo un pequeña habitación en una zona alejada lo único cerca era un terreno plano sin uso y el lugar donde me encontraba lleno de Arboles.
Estoy cansada, descalza, herida, sucia, ensangrentada y ni siquiera se si toda esta sangre es solo mía o también de aquel cuerpo, porque no me han matado? ¿Por qué la muerte me esta persiguiendo?
Necesito llegar a un lugar seguro, pero no creo poder aguantar mucho tiempo. Recuerdo lo que discutían aquellos hombres y me apresure en encontrar una salida de aquel lugar, no quiero que me encuentren así de rápido como hablaban acerca de mi olor y desesperación; camine y camine y seguí caminando no importaba cuan lento iba solo me mantuve caminando por lo que parecían horas, encontré un camino de tierra por donde puede pasar carros y me guie hasta que la noche apareció en frente de mi tan rápido como si se burlara en mi cara. No puedo mas, mis pies me arden, mi estomago ruge tengo hambre, estoy famélica. Diviso una casa a muchos metros de mi y se que mi cuerpo ya no aguantara ir hasta allá, escucho un sonido pero no le doy mucha importancia mi cabeza ha estado dando vueltas y he escuchado tanto que ya no se si es parte de mi o si realmente hay alguien cerca. Sigo teniendo esos sonido en mi cabeza.
-Ne, necesito ayuda creo que estoy herida- Susurro pues la voz se me esta acabando.
-Quorsum habetis qui auxilio?- Me responden.
-Que? No entiendo lo que dice-.
-Te pregunte cual será el propósito de ayudarte- Aparece un hombre bien parecido de las tinieblas en los arboles y tiene un gesto amable.
-El único propósito que persigo vivir- Respondí con toda la sinceridad posible aunque no entiendo porque me hizo semejante pregunta.
-Ven conmigo, yo te ayudare, yo te daré lo que necesitas-.
 Me tomo por un brazo y alzo el suyo detrás de mi cabeza para poder apoyarme en el.
~Por ahora necesito poder vivir~ pensé, dejándome guiar con su cuerpo ya que el mío estaba tambaleando para poder seguir sus pasos.
-Exacto, eso es lo que necesitas, por ahora-.
¿Me ha leído la mente? ¿Enserio lo pensé o lo dije? Ya no se que ha pasado conmigo y no tengo las fuerzas para seguir cuestionándome, solo quiero descansar.

26 enero, 2013

Quien eres "V"

-Desde cuando hay tantas personas en la universidad Christine?-
-La verdad no tengo idea si son realmente la mayoría estudiantes de aquí- Le respondí con un leve alivio al darme cuenta que no era solo yo la que se extraño por la enorme cantidad de personas que nos rodeaba de un instante a otro.
-Vamos al salón de Psicología- Menciono Natalie, era el único salón y materia que compartíamos este semestre y ya era la hora de entrar a la clases, así que fuimos con total rapidez.
Realmente entre en pánico pocas personas saben cuanto me afecta una multitud a mi alrededor y esta era la mas enorme que había presenciado, simplemente el hecho de tantas miradas hacia mi, me paralizan, me aterrorizan.
Cuando llegamos al salón yo aun sudaba frió Natalie sabia mi estado no era la única vez que me exaltaba  por la misma razón con ella a mi lado, me ofreció un poco de agua y nos sentamos, durante unos minutos nos preguntamos porque el salón estaba totalmente vacío.
-Cálmate nada te hará daño aquí- Me dijo con total franqueza.
 -Lo se amiga, no estoy así por eso, ni siquiera había recordado lo de anoche hace algunas horas; solo entro es desesperación y no siempre puedo controlarlo- Le respondo con lo que parecía mas bien un hilo de voz y mintiendo un poco, si recordé el incidente de anoche cada mirada en la multitud me recordaba los sofocantes ojos de ayer.
-Por lo que veo no tendremos clases, vamos a ver de que se trata todo esto- dijo en un intento de animarme a salir.
-No estoy segura de querer ir, si quieres ve tu yo me puedo quedar aquí, así no te asusto con mis ataques y te espero-
-Tu eres loca? A mi no me asustas, te conozco desde siempre, yo te ayudo con eso y siempre lo haré para nada me molesta hacerlo somos mejores amigas así que no me vengas con esa excusa tan tonta, ademas prefieres quedarte aquí completamente sola? A merced de cualquier daño? Digo después de las cosas extrañas que te han pasado yo no dudaría en irme, al contrario dudaría es en quedarme-.
Demonios! Natalie tenia tanta razón, no pensé en el hecho de si no salgo a la multitud, me quedo sola y vulnerable en el salón. 
-Vamos!, vamos antes de que cambie mi opinión y ya lo estoy pensando-.
Salimos y aun todo ese gentilicio conversando y riendo, yo empece a sentirme rara de nuevo cuando Natalie acepto el boletín que le entrego un compañero ( creo haberlo visto antes en alguna clase) e intercambiaron palabras que no alcance a oír porque todas las conversaciones ajenas retumbaban en mi cabeza a la vez y me aturdían. Reaccione con el leve empujón de mi amiga y me contó que todo el alboroto se debía a una convención de alumnos y profesores de muchas universidades cercanas a la nuestra y este año la reunión se llevaba a cabo aquí.
-Pero que tipo de convención es?- Le pregunte asombrada, jamas había escuchado de esas convenciones en dos años que llevaba estudiando ahí.
-Bueno mas que una convención es una convivencia entre alumnos y profesores de otras instituciones para una buena relación, nuevas interacciones y muchos cambios de opiniones entre todos para lograr un cambio positivo a cualquier problema sea común o no.
-Pero mira Natalie aquí en el folleto dice "Convención VI: Mejórate como alumno y ayuda como maestro".
-Si pero lo que te intento decir Christine es que en si es una especia de convención disfrazada, es algo menos estricto que ello, como una convivencia con otro nombre aunque no me termina de cuadrar una cosa-.
-¿Que nunca se ha hecho otra y dice que es la VI?- La interrumpí un poco alterada.
-Nooo! Bueno si-.
-Explícate, me confundes- mi mente se estaba nublando con tantos enredos.
-Yo iba a mencionar que para una convención (sea "Disfrazada" o no), se reparten muchos avisos semanas antes para anunciar a la población estudiantil pero, en ninguna de mis clases las ultimas semanas nadie siquiera menciono nada en absoluto ni entrego nada y ahora que me dices eso, tampoco oí que antes se realizara aunque sea una de las seis que ya se han llevado a cabo incluyendo esta, es muy extraño-.
-Exacto yo tampoco recibí ninguna información referente, ni mi clase hasta donde mis recuerdos llegan, bueno ya habrá tiempo para indagar mejor eso, si no vamos a tener clases vamonos no quiero seguir aquí tengo una sensación extraña-.
No seas tan aburrida quedémonos a conversar y conocer gente nueva con suerte nos burlaremos de algún estudiante que este fuera de lugar- se dirigió hacia a mi animándome.
-Pero es que de verdad mi ansiedad esta empeorando y no me siento cómoda  sigo con una extraña sensación que no me deja en paz- le respondí bajando la voz y un tanto preocupada.
-Míralo de esta manera, mientras mas te quedas, mas tu mente se siente obligada a bajar la guardia, no puedes estar a la defensiva siempre, tu mente va entrando en un aura cada vez mas soportable y así mas te relajas, menos te asustas, tu pánico va desapareciendo y así te controlas; como piensas superar algún día esto si jamas intentas evadir tus miedos? Vamos tu eres fuerte solo que no lo crees tu misma por el miedo que siempre te domina, confía, confía en ti, tanto como yo lo hago-.
Sus palabras tornaron en mi el efecto similar a despertar a un niño indefenso con un vaso de agua helada en una mañana, después de un sueño profundo; me dejaron fría e hicieron que entrara en razón para finalmente convencerme. No Puedo dejarme vencer por mis miedos siempre, esta vez no, esta vez las sensaciones y pensamientos oscuros deberían irse a un lado luego que los enfrente.
Recorrimos todo el campus, vimos mucha gente normal, rara y muy diferente, conversamos con gente nueva y dos horas después decidimos tomar un descanso para comer algo en alguna cafetería. Si mi querida amiga no pregunta mi estado ni como me siento, creo no poder darme cuenta de que realmente deje de estar en pánico y recordar hace cuanto tiempo no pude, solo se que por los momentos ese día fue la primera vez que me sentía plenamente cómoda ante una multitud sin importar cuanto tiempo me llevo superarlo. Calculamos que la cantidad de personas eran unas dos mil en todo el campus, realmente superior al de cualquier tipo convención  y mas aun la de una convención fantasma (así la denominamos nosotras mismas) ya que apareció sin aviso y de la nada.
Pasamos 4 horas dentro de la universidad y decidimos retirarnos, aunque la primera hora paso un tanto lenta las demás pasaron tan rápido como ninguna de las dos pudimos notarlo.
-Como que no podemos irnos? Ya hice todo lo que podía hacer aquí, es suficiente para mi!- Grito una chiquilla de primer año, lo supe por su agraciada y algo molesta expresión.
-Señorita, son ordenes del directoria del lugar, pronto se llevara a cabo la culminación de la convención, cálmese.
Le susurre a Natalie que prestara atención que al parecer nos tendríamos que quedar.
A pesar de que estábamos cansadas no nos costaría quedarnos hasta el final, y así presenciar el tipo de cierre que tendría pero, la chica cerca de la entrada seguía gritando y acaparo sobremanera nuestra atención  un chico o mejor dicho un hombre se le acerco por detrás y le intercambio unas palabras, lo que mas nos sorprendió fue el cambio repentino de humor de aquella chica, se volvió sumisa e indefensa y siguió al hombre detrás de algunos salones, me hizo recordar tanto al lobo que aguarda y caza a su presa para luego llevársela y disfrutar su cena a solas, el lobo con su pobre ovejita siendo tal victima, sin llorar ni pelear su vida, asumiendo su triste final. Se nos hizo imposible no seguir en extrema cautela a esos dos y me sentía tan feliz de por fin explorar algo muy extraño y no hacerlo sola, al menos comparándolo con mis últimos días y el hecho de que fuera natalie lo hacia perfecto, es el ser que mas me entiende en el mundo.
Al cruzar no había nadie, tomando en cuenta que caímos en la parte trasera de la universidad donde están los salones menos concurridos, un suspiro lento y jadeante dejo al silencio que nos acompaña.
-Me temo que los perdimos- le dije jadeando.
-Pero si hace un minuto estábamos a metros de ellos ¿como pudo ser?- Mi pobre amiga lucia tan confundida como yo.
-Vamos tenemos que seguir buscando-.
Así decidimos espiar cada salón, sin ningún éxito todos completa e inútilmente vacíos y oscuros.
~¿Que haces aquí?~
Espantada me aferro a Natalie.
-¿Que te pasa? estas palideciendo-.
-No escuchaste eso?- estaba completamente aterrada.
-Escuchar que? ¿Que escuchaste?- clavándome una mirada de total confusión.
-La misma voz de mis sueños, me acaba de preguntar, que carajos hago aquí-.
-No escuche nada lo juro-
-Es la misma voz Natalie, es la misma, si existe!- mi temor crecía a cada segundo que pasaba.
~Por su propio bien, Fuera de aquí YA!~
Natalie se asusto tanto como yo y comprendí que esta segunda vez ella como yo escuchamos la voz; oímos un grito cerca de nosotros y por mas que quisimos irnos, no pudimos. Algo simplemente nos detuvo y al intentar decirle a mi amiga que así me ocurrió en el sueño me hizo señas de hacer silencio e intentar ver que ocurría  Nos rodearon muchas sombras de un minuto a otro y con la suma oscuridad asechando no divisamos ni reconocimos ninguna sombra, estábamos en el piso.
"¿Que hacemos con estas?", "¿Jugamos o simplemente tomamos sus vidas?", "Creo que seria divertido confundirlas mas" Fueron unas de tantas palabras que intercambiaron mientras estábamos ahí en el piso, totalmente indefensas a merced de extrañas criaturas, al parecer aquel recuerdo de el lobo y la oveja volvía hacia mi pero, en este caso yo volvía a ser la oveja, mi amiga y yo a punto de ser llevadas a la otra vida, rompimos en llanto y no pudimos siquiera hablar; no se si porque realmente no me salían palabras o no quería decir ninguna, agonizamos como nunca.
Se me acerca uno y me toma de la mano, me domina levemente y me pregunta acerca de mi muñeca lastimada, yo no reacciono, me hala mas fuerte y yo con mi mente tan paralizada como mi cuerpo, sentía como mi amiga me veía esperando que luchara por mi vida y que hiciera algo pero, no lo hice; solo esperaba  que me quitara la vida, no había un poco de esperanza en mi.
A lo lejos siento una mirada familiar, levanto la mirada mientras quien me sostiene la muñeca examina como hacerme morir dolorosa y lentamente; observo acercarse poco a poco esa mirada familiar la misma del oscuro árbol ayer, demonios me quema , me duele, me consume. 
No he muerto o eso creo, me suelta la muñeca aquella sombra, las demás se agitan, siento movimientos bruscos, veo a Natalie por ultima vez y la mirada se acerco a nosotras, me desvanezco y caigo inconsciente.






01 noviembre, 2012

Miedo o emocion por lo desconocido? (Quien eres Parte IV)


-¡Natalie! Siente mi corazón- Le dije tomando su mano y colocándola en mi pecho.
-¿Qué te pasa? ¿Qué tienes? Tu corazón parece un tambor a 1000 revoluciones por minuto, cálmate estas jadeando-.
-Lo se, estoy desesperada me siento observada, me siento como si estuviera escapando de algo-.
-Vamos! Intenta calmarte que me estas asustado mas a mi, ya llegamos de que se supone que escapamos? vamos a recoger mis cosas- La cara de mi amiga se tornaba aun mas tensa que la mía a medida que me veía en desesperación, así que no le respondí y me fui relajando ayudándola. Como era de costumbre en su casa sus padres no estaban, ellos trabajan muchas horas al día, su madre es abogada y su padre gerente de una empresa.
Decidimos tomar un taxi debido a las altas horas de la noche y Natalie le dejo una nota a sus padres para enterarlos que se quedaría conmigo.
Llegamos a mi casa mi madre ya estaba ahí, subimos a mi cuarto y me dispuse a bañarme mientras Natalie se ponía cómoda, era como la centésima vez que se quedaba en mi casa así que ya era un ritual. Mientras me baño pienso en como decirle toda la verdad a mi amiga sin espantarla por completo antes de terminar la historia y sin hacerla creer que estoy loca, alucinando o apunto de padecer esquizofrenia. En el fondo se que no me dirá loca pero hacer que me crea será tan difícil, antes de creerme, pensara que le estoy jugando una broma.
-Donde estas? Naty?- Sin responderme note que ni estaba en mi cuarto ni en el pasillo quizás debe estar abajo con mi madre.
Me coloco mi pijama y me peino el cabello, tomando dos mechones de cabellos haciéndolos hacia atrás y tomándolos por un broche, un peinado sencillo para que se me seque sin tanto alboroto, me dirijo al escritorio a sacar mis guías y ejercicios sobre el trabajo de matemáticas que tengo que hacer; al estar relativamente pegada a la ventana puedo observar el mundo afuera mientras hago mis deberes, a pesar de la exquisita claridad de nuestro vecindario a varias casas de la mía hay un árbol tan grande que estropea un faro de luz y hace que el espacio alrededor de el quede con cierta oscuridad para muchos alarmante pero para mi un poco curioso si algún día quiero escapar de el caos ese árbol seria perfecto, no tan lejos de mi casa, pero si lejos de los problemas o personas cercanas.
¿Qué es eso?
Ojos, Ojos depredadores salen de aquel árbol, ojos amarillos en busca de algo, llenos de ira, llenos de rencor, me alarmo e inquieto. Parecen ojos de un león acechando a su presa, pero en este caso me ven a mi.
Me volteo esa mirada hace daño, no es de un animal, es como de una bestia o algún ser extraño y justo antes de salir corriendo ahogo un grito de dolor.
¡Demonios! ¿Qué estoy sintiendo? ¿Es dolor o solo profunda tristeza que duele? Recuerdos, momentos, años; pasan por mi mente.
Mi pasado es hurgado y mis pensamientos también. Se meten en mis dolores, sufrimientos y tristezas, alimentan mi ira y me duele el alma y cuerpo, mi mente esta apunto de explotar. Todo pasa mas lento desde el recuerdo del sueño en el bosque, recordé a el chico perdido, recordé a esos seres y esa voz diciendo: ~No te imagines nada, ni lo intentes, pobre y delicada joven~ una y otra vez, recordé el día de ayer, perdida en el bosque paralizada, esa mano fría, mi muñeca sangrando, hoy, la casa extraña, el brujo de capucha y  de repente parte de la conversación se repite en: ~por cierto las manillas de la puerta de aquella casa no son de oro como creías, adiós y cuídate en extremo Christine~ un momento el brujo me conoce? Como sabe mi nombre? Intentan buscar algo mas pero no lo consiguen, que dolor, intento gritar pero solo lo hago en mi mente, PAREN CON ESTO YA, ME ESTAN MATANDO!
Me levanto del suelo, parece que desmaye y este dolor de cabeza confirma que todo es real, recupero fuerzas y me asomo a ver al árbol, todo oscuro nuevamente, no hay ojos depredadores ni siento la presencia de nadie allá, me siento en mi cama.
Que demonios quieren hacer conmigo? Que persona normal en este mundo busca algo en tu propia mente?
Estoy realmente asustada siento que alguien que no conozco, busca algo de mi que ni yo se que es, pero que buscarían de mi? O quien?
El brujo me conoce? Me ha investigado? Sera policía o espía? Como es que sabe mi nombre y yo jamás lo he visto? Conocerá a mis padres? Dios mio, que es todo esto?
Solo soy una chica de 18 años que esta en una etapa de su vida que no tiene idea de ni que hacer con ella.
Mi corazón estallara tan fuerte como mi cabeza, esos ojos son los mas horribles y siniestros jamás vistos por mi, si bien no parecen de este mundo eran una mezcla de ojos humanos y algún demonio o así creo yo, bueno ya ni se que pensar aunque muero de miedo en estos momentos mejor bajo a la cocina a buscar a Natalie y contarle todo esto, ya no aguando mas esta agonía si me pasa otra cosa extraña colapsare.
-Mi vida la cena esta lista, ven a comer- dijo mi madre en mi intento de sacar a Natalie de la conversación tan amena que tenia con ella.
-No gracias mama la verdad es que no tengo hambre, merendé hace un rato en la universidad-
-Natalie tu si vas a comer cierto?-
-Si seño…-
-Si pero en una hora conmigo, ella me tiene que ayudar en algo un momento- Interrumpí halándola del codo hacia mi cuarto y con un gesto le di a entender que me siguiera.
-Necesito que te sientes y escuches, solo escúchame y luego haces preguntas esta bien?-.
¿Pero de que hablas? ¿Por qué tan seria? ¿Me vas a contar tu tan anunciada experiencia?-.
-Cállate y escúchame por favor, te necesito, te necesito aquí conmigo prestándome atención. Antes de ayer tuve un sueño, un muy extraño sueño…..- Empecé a contarle lo que era un remolino de acontecimientos.
Después de una larga hora, termine mi relato y las respuestas de las preguntas de Natalie.
-Es algo muy loco, parece que estabas anticipando lo de la mirada que se entrometió en tu mente, con lo del sueño y esa voz; pero no entiendo lo de ayer como te perdiste cruzando tu propio patio y de repente estabas en otro lugar y consecutivamente amaneciste en tu cuarto-.
-Créeme yo estoy mas confundida que tu, no le hallo repuesta a nada de esto-.
-Entonces me dices que el "Brujo" sabe tu nombre y de alguna manera te leyó la mente, no será el mismo el que hurgo tus pensamientos? Me parece muy razonable después de todo-.
-Ok, me asusta tu brillante deducción pero es muy acertada amiga-.
-Claro es muy fácil que sepa tu nombre si hizo eso con tu mente, pero según la conversación que tuvieron parece que el te conoce o sabe de ti, no cualquier loco te diría irrespetuosa y se despediría así, al menos este seria un loco espectacularmente detallista. Y No le viste la cara?-.
-No de verdad que la capucha le tapaba la cara casi por completo, lo único que pude observar es un lunar cerca de la comisura de los labios-.
-Entonces Christine? Como esperas que crea que el profesor de lenguaje es el "Brujo" si solo pudiste ver un lunar cerca de la boca-.
-No pero no fue solo por el lunar, entiéndeme cuando lo tropecé su cuerpo emanaba una energía casi hipnotizante, como un manto de maldad que no se veía pero se sentía a flor de piel, en la universidad antes de verlo sentí esa maldad y al voltear el verlo en esa aula me causo un shock en el cuerpo que solo ese "brujo" puede causar-.
-Hablas de el como si te controlara con solo verlo-.
-No me controlo, fue mas como que me hizo saber que era el, que estaba ahí y que sabia que yo también estaba ahí-.
-Creo que te estas volviendo una especie de adivina con todo esto, a ver dime si seré millonaria algún día?-.
-Jajajajaja, créeme si lo supiera no te diría-.
Así culminamos esa noche riéndonos y olvidando un poco lo anterior, le agradecí el haberme escuchado y nos dormimos sin cenar.
Me levanto y levante a Natalie para otro día rutinario en la universidad, al recoger mis cosas veo una carpeta negra entre mis cuadernos, era mi trabajo de matemáticas hecho, completamente hecho, el único problema era que yo jamás lo empecé el día anterior.
-Mira esto que locura- Le digo a mi amiga dándole la carpeta.
-En que momento de la noche hiciste el trabajo? Pensé que quedaste tan dormida como yo, un momento que es esto?- Decía mientras recogía una pequeña nota que salió de la carpeta en el intento de revisar el trabajo-.
"Me disculpo por lo de ayer perdí el control, aquí esta un presente para compensarlo"
-Naty! Alguien se metió al cuarto mientas dormíamos, yo ese trabajo nunca lo termine porque de hecho ni siquiera lo comencé-.
-¿Estas segura?- su cara palidecía.
-Si por completo, creo que el "Brujo" se intenta disculpar por meterse en lo mas privado que tengo, mis recuerdos y pensamientos-.
-Vamos o llegaremos tarde, estregas el trabajo así el lunes habrá menos que hacer, tengo una idea deberíamos de hablar con el pero las dos juntas para estar seguras de que esto no es algo de nuestra imaginación- Me dijo entregándome la carpeta.
-Pero que esperas que le diga? No se me da demasiado miedo intentarlo-.
-Bueno saquémosle información, si el lo hizo contigo tenemos el derecho a intentarlo con el, además no me digas que no te causa aunque sea el mínimo de emoción-.
-Bueno ya que lo planteas de esa manera me entusiasma y asusta a la vez, intentémoslo-.
Fuimos lo mas rápido que pudimos a la universidad pero, ¿Qué ha pasado aquí?.

18 septiembre, 2012

Mentir, inventar, tramar (Quien eres? Parte III)

Muy confundía les pido a mis padres tiempo para darme una ducha y explicarles todo bien; realmente lo necesitaba para entender que ocurrió exactamente. Mi madre se rehúsa y con un tono severo me exige la explicación de mi estado inmediatamente, mi padre mucho mas tranquilo (El siempre tiende a conservar la calma que a mi madre usualmente le falta en cualquier circunstancia rara, sospechosa o de emergencia) e intentando que mi madre se despreocupe un poco me observa la herida y ambos notamos que no era tan grave, le proyecta una mirada tranquilizante  a mi madre y me dice: -Christine ve báñate y no te tardes mucho luego bajas para hablar de lo ocurrido, no olvides que este desastre lo limpiaras tu-.
-Ok papa esta bien no me queda de otra, bajo en un momento- le respondí con las voz mas sumisa que tengo.
Mi madre observa  la lodosa cama y mi papa abrazándola la arrastra por así decirlo hacia fuera de mi cuarto.
Intente parecer calmada ante mis padres pero, con ellos fuera de mi cuarto no hago mas que pensar en que decirles; seria una locura contarles la verdad y, peor aun inventarles una mentira, aunque en el primer caso no me creerían tanto como en el segundo, decirles que al parecer estuve en un bosque cuya descripción era tan diferente a los de por aquí teniendo en cuenta que donde yo vivo no hay grandes ni ostentosos bosques como el que presencie. Tampoco sabia si realmente lo viví, todo era tan confuso.
Al pensarlo  mejor lo que me ocurrió hoy si fue real tengo las pruebas suficientes para creerlo, mi herida y el desastroso estado de mi cuarto hablan por si mismos, serán  la misma evidencia de la cual mis padres harán conmigo un interrogatorio tal cual yo fuera un asesino en serie que descuido ciertos detalles de su plan y tendrá que hacer de la suyas para no ser completamente atrapado.
La salida mas fácil parece ser la mentira aunque no adoro hacerlo se perfectamente que es muy necesaria en alguna emergencia donde se tiene que escapar de mas problemas, entonces surgen dos incógnitas ¿Qué les invento? y ¿Cómo podría crear una breve historia en donde el final sea llena de lodo dormida en mi cama? Al ver mi reloj de pared ya han pasado 20 minutos y yo aun balbuceando acerca de que hacer, entro al baño y me propongo a pensarlo mientras me ducho, para algo tenia que ser buena mi actitud dramática como siempre la caracterizan mis amigos.
Ya con la pijama puesta y un adorable olor a lavanda de mi perfume de baño, bajo al comedor donde como era de esperarse mis padres estaban sentados a mi espera con mucho sigilo.
-Explícanos que paso Christine, por favor di la verdad- exclamo mi padre un poco molesto.
-Hija, ¿Qué paso? ¿Acaso alguien te hizo algo malo? Estamos preocupados- mi madre entono esa frase tal cual yo fuera una niña de 10 años.
 Me senté en el medio de ambos y empecé a explicarle lo que era una historia corta pero detallada.
 -Bueno quédense tranquilos no fue algo que alguien me hizo, de hecho realmente me lo hice yo misma, en realidad fui al patio en plena lluvia porque me había parecido ver un pequeño gato en un rincón y al intentar socorrerlo era mucho mas grande de lo que pude alcanzar a ver minutos antes; apunto de sacarlo me di cuenta de que estaba atascado en un pequeño hueco de la reja y al verme se asusto mas, lo empuje hacia afuera para no lastimarlo. Logre que el gato saliera y se fue corriendo todo asustado, en la emoción del pequeño rescate no sabia que me había lastimado la muñeca con una parte oxidada de la reja que estaba hacia adentro, si note que ese pedazo estaba sobresaliente pero con la rapidez de todo no imagine que me lastimara tanto y me sentía demasiado exhausta que ni note que fui directo a mi cuarto si no cuando me levantaron ustedes, de verdad lo siento por todo el desastre que cause ya lo voy a limpiar, nada de esto fue mi intención-Termine el relato mas eficiente y repentino que hasta ese momento había creado, con la mirada mas sincera posible.
Se miraron y suspiraron tan calmados creyéndose absolutamente todo mi gran teatro y yo apunto de perder la cordura al no creerlo, me creyeron.
-Querida la herida no se ve tan mal bajare el botiquín y te ayudare a vendártela, quiero que sepas que estábamos asustados en este vecindario nada malo pasa y es extraño que algo así te sucediera a ti, pero ese amor que le tienes a los animales se ha ido mas allá, ves como con una tontería todo puede empeorar?- dijo mi madre intentando consolarme y sujetándome las manos.
Saque una sonrisa falsa y necesaria, mi madre subió dejándome con mi padre. Lo único que hizo mi padre fue darme un beso en la frente mientras me abrazaba, ese abrazo fue el mas confortable para mi, se me escaparon algunas lagrimas y me pregunto que me ocurría.
-Nada papá, solo que me meto en problemas tan fácilmente y sin notarlo- en sollozas palabras respondí. 
-Pero quédate tranquila hija, esas cosas nos pasan a todos no le pongas mucha atención a las palabras de tu madre, ella estaba realmente asustada y por eso te lo dijo; no creo que por ayudar a un gatito el problema sea gigantesco y si lo dices por la herida ya sanara-.
Ojala supiera de lo que realmente yo estaba hablando y me pudiera ayudar mi padre es el mejor consejero de todos pero, si hablamos de juzgar el lo hacia muy fácilmente y no quiero que me diga loca con lo anterior pasado, lo primero que me diría es que estúpido seria terminar en un bosque luego de correr algunos metros si en este vecindario lo que sobra es asfalto y el bosque mas cercano queda a kilómetros, escuche a mi madre bajar las escaleras me controle y guarde las lagrimas para después.
-¿Por qué lloras hija?- agrego luego de verme.
-Es que me duele la herida, aunque ya no sangra supongo que se infecto un poco.- le respondí mirando a mi padre.
-Aplícale el desinfectante y luego véndala Gabriela, es tarde y mañana hay que levantarse temprano- le dijo mi padre a su querida esposa.
Acto seguido mi madre me aplico el desinfectante y ahogue un grito de dolor, no se porque tiene que doler tanto desinfectar una herida ¡por dios!; me vendó y mas calmada con un beso hacia ambos me despedí, estaba cansada y aun tenia que arreglar el desastre de cuarto que en estos momentos me esperaba.
 Lodo, ropa sucia, la taza de café en el piso, y toda la cama húmeda era lo que tenia, empiezo con el arduo trabajo y me tarde demasiado en dejarlo tan perfecto como estaba antes, lavar la ropa, el cubrecama, limpiar el cuarto y todas esas cosas que usualmente se hacen cuando el cuarto esta polvoroso y no lleno de lodo. Pasaban las diez de la noche y el cuarto lucia como antes pacifico y calmado, tal cual un refugio de mis sueños y pensamientos; al ver mi escritorio tengo los cuadernos igual como los deje el día anterior y recordé que aun me faltaban deberes que hacer para la universidad, pero no he podido recolectar la energía suficiente para darme la tarea de hacerlos.
Me acuesto en mi cama y apago la luz, realizo la oración de la noche y por primera vez en mucho tiempo el cansancio me gano lo suficiente para dormirme al instante y no permanecer unos minutos divagando con mis pensamientos.
Me despierto muy temprano en una mañana muy fría de un aburrido lunes, reviso el reloj y aun quedan veinte minutos para que la alarma suene y me dispuse a arreglarme, ya que si me quedaba un rato mas en la cama temía que me quedara dormida; dormí como un oso en hibernación, sin interrupciones y esta vez no recuerdo sueño alguno lo que de cierta manera me alivio, no estoy delirando tan a menudo al menos. 
Preparo mis cosas para la universidad y llamo a mi mejor amiga y acompañante de camino a ella para saber si esta lista, según ella le faltan 5 minutos pero solo yo se lo que significan 5 minutos en su idioma personal, recojo mis cosas y en la cocina me tomo una buena taza de café bien cargado.
Voy lentamente camino a la casa de Natalie para darle tiempo ya que era temprano, contemplo la hermosa arquitectura de cada casa que voy pasando y pienso en la ultima vez que lo hice fue hace semanas, últimamente he ido muy apurada.
 Cada casa es similar a la otra pero de cierta manera tienen un toque personal que permite diferenciarlas, es un vecindario de personas poderosas en materia monetaria, solo los mas adinerados podrían cambiar completamente la estructura de su casa a placer propio y los que lo son y no las cambiaron simplemente piensan que no hace falta gastar una gran suma de dinero para cambiar la arquitectura hermosa que básicamente cada casa posee, mi opinión concuerda mejor con el segundo argumento, aunque la de mi padre es básicamente el primer argumento, por ende mi casa es totalmente diferente mi padre es una persona adinerada y la mayoría de las veces en vez de agradarme, me molesta.
Faltando un par de cuadras para llegar reparo en un casa que no había notado antes, la madera era de un marrón notablemente mas oscuro que las demás casas y tenia un jardín hermosamente exquisito adelante alejando por mucho la entrada de la misma, en mi opinión la casa tenia un cierto aire misterioso y fantasmal, la perilla de la puerta parecía oro brillaba casi como el sol y las ventanas poseían un cierto ahumado en los vidrios, que casa tan extraña y asombrosamente hermosa.
Me he tropezado con alguien al tener un par de minutos viendo la casa como un perro velando comida.
-Disculpe, que torpe he sido no fue mi intención esta bien?- le dije y enseguida detallo un sweater con una capucha inmensa que le tapa la cara casi por completo.
-No hay problema, los accidentes ocurren quizás si haya sido mi intención como quizás no, eso no se puede saber porque fue un accidente no?- Me dijo en una voz sombría.
-Que quiere decir con eso señor?- le dije con tono de confusión.
-Exactamente lo que quieras interpretar querida, todo lo dejo a tu imaginación siento que es muy amplia y no me digas señor que ni siquiera sabes mi edad, o le dices señor a cualquiera que ves a la calle solo por respeto? Dudo que en ti el respecto sea tan amplio, pareces mas rebelde que cordial- una notable sonrisa se asomaba en sus labios.
-Quizás no sea respetuosa como lo dices, pero al menos lo intento con mas éxito que tu, si tu intención era molestarme no lo lograste, en esta conversación hay dos irrespetuosos lo puedo aclarar, pero a miles de kilómetros se nota cual es el que menos respeto posee en sus principios y querido esta servidora no lo es- en un tono retador exclame.
-De que vale evaluar el coeficiente de respeto un poco mas un poco menos los dos lo somos, me he divertido a montón con esta conversación sin dudas eres una persona que no se deja pisar, mas cuidado la próxima no todas las personas que tropiezas pueden ser tan bromistas al respecto, por cierto las manillas de la puerta de aquella casa no son de oro como creías, adiós y cuídate en extremo Christine-.
-Además de estúpido loco también? Adiós señor- le respondí en tono de burla he ignorando que había acertado en lo de la manilla.
No pude evitar molestarme a pesar de que lo intente, creo que era un tipo de brujo o adivino para entender lo que pensaba no se me salía de la cabeza en el resto del camino, Natalie y yo fuimos a paso apresurado a la universidad y me preguntaba que me pasaba y le dije que le contaba al salir de clases de regreso que teníamos mas tiempo; al ser lunes ella salía una hora antes que yo y siempre me esperaba mientras merendaba algo o estaba junto a otros compañeros. Mi ultima clases es matemáticas como la odio, en las cosas que mas odio en mi vida a parte de sushi y de los libros de autoayuda en mi lista las matemáticas están de primera, siempre me he llevado de maravilla con las letras y palabras era de esperarse que las odiara; pero para ser sincera a pesar del odio que les tengo he pasado esa materia con muy buenas notas, si no entendía a la perfección una clase siempre sobornaba Luisa una compañera comprándole libros y dulces a cambio, ella es perfecta para el premio la nerd del año aunque tiene un noble corazón. La clase ha terminado y salgo casi corriendo de ella, por fortuna el trabajo dieron prorroga a la siguiente semana y me daría chance de intentar hacerlo, busco a Natalie en la cantina que de seguro se esta tomando un chocolate caliente con el frio tan punzante que estaba haciendo. Acerté mi sospecha, ahí estaba con los cachetes rojizos por el clima.
-Natalie te puede quedar en mi casa hoy? Así me ayudas con el trabajo que tengo pendiente y te cuento las cosas detalladamente porque tengo mucho que contarte y preferiría que no fuera aquí-.
-Tiene que ser hoy? Bueno si puedo pero el trabajo lo haces tu, eso de ayudarte me da demasiada flojera y lo sabes Christine- me respondió entre risas.
-No seas estúpida, era una excusa mas para que te quedes yo hago el trabajo pero quédate- le grite con una dramática y cómico acento.
-Vale, de aquí nos vamos a mi casa recogemos mis cosas y luego a la tuya-.
-Natalie oye, quien es ese señor? Ósea que hace aquí?- le susurre viendo al hombre que tropecé, estaba en el aula 114 para ser exactos en el escritorio.
-El? La verdad lo vi fue hoy y parece ser un nuevo profesor de lenguaje, o al menos eso escuche-.
-Estas segura? Profesor de lenguaje? Quien te lo ha dicho?- estaba un poco desesperada.
-Creo que lo dijo Ana o Estefania no lo se, por que? Que te pasa?- los ojos de Natalie estaban que explotaban de la curiosidad.
-Bueno es que no estoy segura pero creo que es un tipo de brujo o vidente, me lo he tropezado hoy temprano antes de buscarte y te podría decir que me leyó la mente un poco-.
-Brujo? Enserio? Jajajaja no me hagas reír con tus bromas-.
-De verdad Natalie no miento, tengo la certeza de ello vámonos a buscar tus cosas y te cuento mejor que va a oscurecer-.
-Esta bien te creo, pero es raro un brujo aquí y de paso profesor-.
La agarre de un tirón y nos fuimos, a los lejos sentía la fría presencia de su mirada en mi  literalmente logro que saliera corriendo de ahi.

01 septiembre, 2012

Quien eres? *Parte II*


Despierto acurrucada en mi cama, escuchando las gotas caer en la ventana la lluvia estaba acompañara de los vientos mas fuertes. Me dirijo a la cocina a prepararme un café fuerte para despojarme del sueño y frio que tenia. Mis padres habían salido, me dejaron una pequeña nota; ~Querida fuimos de compras, volvemos en unas horas. Intentamos levantarte pero estabas muy cansada y preferimos dejarte, hay sopa para el almuerzo.Te queremos~. Suelen hacerlo seguido y no molesta en absoluto, a menudo adoro estar sola.
Llevo mi taza caliente y humeante a mi cuarto, me siento en mi cama y coloco parte de mi cobija en mis piernas, estando sola es imposible pensar en lo que viví, un momento viví? en realidad soñé o eso parecía, aunque en mi mente sentí que lo había experimentado en cuerpo y alma. Recuerdo las sombras del bosque y el miedo que sentí tan escalofriante, recuerdo en total plenitud cada detalle del bosque inmenso en donde te vi, te recuerdo a ti casi como si te conociera, como si supiera lo que sentías y pensabas, recuerdo las palabras de aquella sombra, recuerdo todo tan perfectamente, que solo podía describirlo como algo sucedido.
Aun no me explico porque no pude correr en un momento y luego no podía hablar, estaba casi presa  algo me lo impedía, ese algo no me dejaba expresarme, me detenía.
Termino mi taza de café rápidamente pensado en cada detalle del sueño, llevo la taza a mi mesa de noche y veo hacia la ventana la lluvia no ha parado, aunque si bajo un poco la intensidad.
En la soledad de mi inmensa casa me pongo un sweater y bajo las escaleras hacia la sala, al lado queda el patio; llevo minutos viendo el agua de la lluvia caer tan delicadamente me dan ansias de entrar en ella de sentirla en mi cuerpo y como estaba sola no había nadie que me impidiera hacerlo.
Con los ojos cerrados, el viento con gotas golpea mi cara y mi cuerpo, al abrir los ojos me doy cuenta que la lluvia empeora drásticamente y  las nubes son cada vez mas negras, se fueron ajuntando pero no le di importancia volví a cerrar los ojos, estaba feliz y sonriente; podría decir que me sentía muy satisfecha y relajada al estar bajo la lluvia como si me arropara con su manto diciendo; -Estoy contigo, no estas sola-.
El sonido de un trueno hizo que abriera los ojos bruscamente y acto seguido la puerta que comunica el patio con la casa se cerro, jamás había pasado, la puerta jamás se cerraba pues tenia una piedra que lo impedía, pero esta lluvia lo pudo todo. Intento salir de ahi pero la puerta tiene el cerrojo del lado de adentro así que quede atrapada en mi propio patio.
Yo totalmente empapada y sin poder ver mucho intento escalar unas rejas que conectan mi patio con los de varios vecinos, resbalándome demasiadas veces lo logre trepe hasta la cima , bajando de otro lado, otro trueno suena sin compasión como si fuera a romper la tierra en dos,  solo recuerdo haberme soltado completamente.
Abro los ojos agitadamente y estaba en el suelo, la lluvia seguía furiosa parecía que el cielo iba a caer, me levanto del suelo y ahogando un grito de dolor me he cortado parte de la muñeca con una rejilla, ¡rayos estoy sangrando!, con mi sweater me presiono la muñeca, que dolor.
Camino y camino y no puedo ver nada, la lluvia de un lado a otro no me permite visibilidad, entonces corro unos cuantos metros entrando en pánico; cuando me canso logro ver un árbol a unos pasos de mi, voy directamente a él, me siento en sus raíces y me reviso la muñeca aun sigue sangrando y doliendo fuertemente.
En que estaba pensando hace minutos en mi casa cuando decidí mojarme en la lluvia, me había vuelto loca o que?, como iba a saber todo lo que pasaría?
Puedo ver que no hay casas, que no hay calles ni aceras, solo tierra y unos pocos arboles, cuanto corrí?, donde me he metido?
Reviso nuevamente mi brazo y la muñeca seguía sangrando no era mucho, pero aun seguía sangrando y doliendo. Siento que me observan siento una presencia cerca de mi, no se si es parte de mi imaginación con las cosas que me han pasado pero, podía sentir a alguien cerca. Entonces grite: -Hola? Hay alguien? Necesito ayuda por favor!-.
-Sé que estas ahí, te siento donde estas?, podrías ayudarme?-.
-Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaa?-.
Nadie acudía a mi llamado, pero si sentía un observación latente sobre mi, agarro fuerzas para levantarme cuando una fuerza sobrenatural me paraliza y me sienta de nuevo, me asusto y grito: -Oye? Que haces?-.
Me vuelvo a levantar y de nuevo pasa lo mismo, no comprendo absolutamente nada.
-Déjame en paz, ya que no hablas déjame en paz!, ¿Quien eres? ¿Porque me haces esto?-. Dije algo cansada.
Un silbido cercano, y luego se alejó.
-¿Que intentas?, ¿Que demonios pretendes?, no te tengo miedo-. Grite, mintiendo estaba tan aterrada como una oveja sintiéndose acechada por un lobo.
Algo me toca el hombro, quise voltear pero no pude me detuvo y esta vez completamente, solo mis ojos podían moverse, lo que pude divisar es que era una mano muy fría y pálida. Su respiración se concentro en mi oreja, sentirlo tan cerca y no poder saber que es me disgustaba tanto y me excitaba a la vez.
-No deberías estar por aquí, este no es un lugar para una joven como tu, deberías parar la hemorragia en tu muñeca, te ayudaria pero esta en contra de mis principios-.
Y en un segundo se fue, su voz me parecía tan similar a la de la sombra en el sueño, que me asuste aun mas.
Me levante volteando hacia atrás buscando rastros o indicios de lo que me hablo pero no note mucho a pesar de la lluvia, decidí salir en busca de una calle principal o algo parecido para tener una idea de como llegar a mi casa antes de que mis padres lo hagan. Camine y corrí pero nada, grite pero nada, cuando estuve apunto de rendirme vi a lo lejos dos luces que se acercaba a mi, parecidas a las de un carro, entonces me quede quieta esperando que estuviera cerca para hacerle señas.
De lejos parecía ir lento, y en lo menos pensado estaba a cinco metros de mi, antes de poder reaccionar la luz estaba frente a frente conmigo sentí que moría, que ese era el momento de mi muerte, un carro atropellándome.
Mis padres furiosos me levantan, no entiendo mucho de lo que dicen sino 3 minutos después. Ellos preguntándome que hago tirada en la cama con toda mi ropa mojada, sucia llena de tierra y que le habia pasado a mi brazo, cayendo en cuenta parecía que no morí que de hecho volví yo misma a la casa.

17 julio, 2012

Pasado ¿Que haces aqui?

Tu cara esplendida, tu cuerpo con la musculatura perfecta a mi parecer (termino medio), tu forma de hablar acompañado de un tono de voz casi para hacer que mi mente vuele, de personalidad un poco fría pero sin que eso influya o dañe a nadie, estudiado y calculador.
Olvidando por completo el lazo de sangre que compartimos, deberías ser el perfecto para mi.
Si deberías, siendo franca; nos conocimos en un época en que mi mente no alcanzaba valor para intentar o siquiera dar a entender querer algo mas. Hoy quizás, bueno si, me arrepiento pues sin darle importancia a lo que pensaras no tendría estas dudas. No vería nuestras pocas fotos sin decirme; -¿Por que rayos soy tan cobarde?-.
Estando en otro país, viviendo todo lo hermoso de la esencia europea, estas en una vida que yo desde niña anhele descubrir.
Tu allá sin recordar probablemente quien soy y mi mente sigue en la continua tortura de imaginarte aquí, aun sabiendo que ni en otra vida estarás.
Algún día esto me servirá para darme cuenta de cuan cobarde y tímida soy, pero el hecho de cambiar es peor para mi, pues solo yo se que no pasara.
Así como no paso nada hace tres años, así como no ha pasado nada, así como creo que jamas pasara.


08 mayo, 2012

Quien eres?

Te vi, estabas lejos lucias perdido casi aturdido no entendías tu entorno ni como llegaste a el, no sabias que hacer entonces tus lagrimas se acercaron a tus pestañas; mirabas a todo tu alrededor pero no a mi, no me encontrabas, no me buscabas, solo pensabas y comenzaste a entrar en pánico.
Yo mirándote, recuerdo que no me movía, ni intente hacerlo solo te miraba y la densa neblina no impedía que lo hiciera, de hecho solo me di cuenta que las nubes habían bajado a la tierra por el frió que comenzaría a sentir; ese frió me despertó de mi somnoliento estado.Arboles en todo el esplendor del territorio, tierra húmeda y rocas oscuras llenas de un apenas visible manto de plantas diminutas color verde, buscando algo mas que contemplar no había mas nada que ver, estaba en un bosque y uno muy denso.
Entonces me hice la misma pregunta que supuse tu también te habías hecho, -¿Donde estoy?-, - ¿Como llegue aquí?-, -¿Que me ha pasado?-.
Intente no entrar en pánico, me calme y me limpie la cara con mi franela toda húmeda, cuando volví a buscarte con la mirada no estabas, no me di cuenta en que momento partiste de aquel lugar, que no tenia ni idea de cual era.
Intente caminar y correr mas no pude por alguna extraña razón.
Me desespere hasta el punto de llorar, no entendía como podía moverme y no caminar, en cada intento por hacerlo una leve corriente me detenía.
Cansada me senté al lado del tronco de un árbol notando que había sido cortado hace meses, en mis mejillas aun caían lagrimas.
Estaba a punto de dormirme cuando escuche un sonido perturbador eran como 2 o mas personas corriendo de un lado a otro, no podía divisarlos; segundos después veía sus sombras eran mas, eran alrededor de 6 hombres, sin duda hombres, la altura y las contexturas de las sombras eran para saberlo.
El susto me puso alerta en un instante, sentía la respiración de algunos y el olor de otros, su olor era como a cuero o madera, sabían que yo estaba ahí, parecían jugar con mi miedo y mi frustración.Risas y carcajadas escuchaba a cada momento estaban disfrutando lo que sea que estaban haciendo.
De pronto tan rápido como llegaron se fueron, no sin antes escuchar a uno que con su voz ronca y casi excitante dijo: -No te imagines nada, ni lo intentes, pobre y delicada joven-.
Cuando sentí que finalmente se alejaron, mi corazón dejo de latir tan rápido y la calma apareció, aunque no dejaba de pensar porque me dijo eso, que significaba eso ~No te imagines nada, ni lo intentes, pobre y delicada joven~, la frase permaneció en mi mente unos minutos hasta que deje de darle importancia.
Volviste tu a unos 30 metros lejos de mi, te veías mas disgustado, confundido y mas perturbado que antes, al parecer no notaste a esas extrañas sombras, tu cara solo te hacia ver mas confundido que antes por tu ubicacion únicamente.
Me levante y esta vez si podía caminar, corrí fuertemente hacia ti. Cuando estaba alzando un grito, no pude: -¿Que rayos estaba pasando de nuevo?-.
Me pare en el medio de la nada, ahora menos entendía las cosas, como es que no podía hablar ni entonar un sonido.
Tu en un ahogado llanto y yo viéndote, seguí corriendo para abrazarte pero mientras mas me acercaba a ti menos me veías ni me sentías. Finalmente llegue donde tu estabas frente a frente, tu llorando, yo intentando que me vieras; pero nada era posible me sentía un fantasma, no podías oírme ni mucho menos verme. 
Te sentaste cansado y secando tus lagrimas, yo me senté a tu lado, podía sentir tu corazón latir muy rápido.Un abrazo te di y no hiciste ni movimiento, toque tu mano estaba tan fría y húmeda como tu cara.
Ya cansada me acosté a tu lado viéndote la cara, tus hermosos ojos castaño claro y tu boca, una boca tan provocativa como una fresa fresca.Me levante, estabas casi dormido con tu cabeza apoyada en el tronco de un gigantesco roble, con tu ojos casi cerrados completamente, te bese, tus labios estaban fríos como la neblina, me perdí en ese único roce de labios.
Un rayo de luz hizo que abriera los ojos lentamente, al percatarme ese rayos de luz provenía de la ventana de mi habitación me di cuenta que tenia mi pijama puesta y estaba acostaba en mi cama.No recuerdo a que hora me dormí anoche, pero el sueño que tuve lo recuerdo como si lo hubiera vivido hoy. Las palabras de aquella persona, cosa o ser me perseguian ~No te imagines nada, ni lo intentes, pobre y delicada joven~, pero intente ignorarla y pensar en aquel chico del bosque, en aquel beso, no sabia quien eras ojos hermosos, ni de donde venias, pero si sabia que ese sueño tenia cierto misterio.
Tenia un cansancio tan fuerte como si no hubiera descansado nada, que decidí seguir durmiendo, aquel día era domingo no había obligaciones importantes como para levantarme temprano.

23 enero, 2012

Ella Llora

Llora porque no sabe lo que le espera, porque el miedo la consume; porque siente que no es la persona que debería ser, porque siente que no es la persona que quiere ser.
Su corazón esta empapado de tristeza a medida que se convence pues ella  no es lo que sus padres esperan, a su vez se alejan psicologicamente de la situación con la excusa de no saber ayudarla no le prestan atención y no la entienden en su posición.
La han visto llorar, y no hacen nada para remediarlo, ella grita por dentro que tiene miedo del futuro que le espera, que le aterra imaginarse en un futuro; busca la ayuda en ellos pero la ignoran, ella lo nota y se siente menospreciada.Su autoestima baja tan rápido como una piedra al ser lanzada al mar.
Un día le da igual seguir adelante con su vida y otro día piensa que las cosas se arreglaran.
Ya le da igual lo que quiere, simplemente quiere hacer algo importante en su vida que la haga recuperar la fuerza y la confianza.
Pero a su vez sabe que ese día sigue tan lejos como lo esta su padre.
Aunque su cara exprese tranquilidad, su alma requiere de Libertad.
Ella llora.

13 diciembre, 2011

Fracaso?

Abandonar, dejarlo todo, Correr e ir lejos.
Quieres tener un espacio, alguien que te entienda; que el viento te susurre lo pronto que todo pasara.Despejar tu mente y que tu alma descanse de aquello que aun no puedes obtener.
Tener contacto con alguna señal de lo mucho que lo has intentado, o al menos aspirado alcanzar.
Que en algún momento las lagrimas secas, sean visibles para poder expresar el dolor y dedicación.
Si se pudiera recoger cada lagrima caída por cada fracaso tendría probablemente similitud con el mar.
Llegar al extremo en no saber si seguir intentándolo o abandonar; y al final lo que nos ayudaría seria un poco de reconocimiento y un poco mas de ganas,pero sacarlas de donde si ya no quedan?
Aprender que las ganas no se sacan, se buscan y la mejor manera de buscarla seria un estable y breve descanso del mundo exterior que todo lo critica, todo lo juzga, todo lo burla y nada lo comprende.
Entender que para el corazón y la mente en ciertos casos es mejor apartarlos de todas las opiniones y encontrar esa paz para poder decidir que hacer, para en entender que la paciencia es un sentimiento y que no se nace con el sino que se desarrolla.
Finalmente llegar a la conclusión de que cundo mas crees que estas estable y mejor es cuando mas rápido tiendes a fracasar, una y otra vez.
Así, justo así se es y se siente el fracasar.