Datos personales

Mi foto
18. Venezolana, escritora por pasión.

Vistas de página en total

08 mayo, 2012

Quien eres?

Te vi, estabas lejos lucias perdido casi aturdido no entendías tu entorno ni como llegaste a el, no sabias que hacer entonces tus lagrimas se acercaron a tus pestañas; mirabas a todo tu alrededor pero no a mi, no me encontrabas, no me buscabas, solo pensabas y comenzaste a entrar en pánico.
Yo mirándote, recuerdo que no me movía, ni intente hacerlo solo te miraba y la densa neblina no impedía que lo hiciera, de hecho solo me di cuenta que las nubes habían bajado a la tierra por el frió que comenzaría a sentir; ese frió me despertó de mi somnoliento estado.Arboles en todo el esplendor del territorio, tierra húmeda y rocas oscuras llenas de un apenas visible manto de plantas diminutas color verde, buscando algo mas que contemplar no había mas nada que ver, estaba en un bosque y uno muy denso.
Entonces me hice la misma pregunta que supuse tu también te habías hecho, -¿Donde estoy?-, - ¿Como llegue aquí?-, -¿Que me ha pasado?-.
Intente no entrar en pánico, me calme y me limpie la cara con mi franela toda húmeda, cuando volví a buscarte con la mirada no estabas, no me di cuenta en que momento partiste de aquel lugar, que no tenia ni idea de cual era.
Intente caminar y correr mas no pude por alguna extraña razón.
Me desespere hasta el punto de llorar, no entendía como podía moverme y no caminar, en cada intento por hacerlo una leve corriente me detenía.
Cansada me senté al lado del tronco de un árbol notando que había sido cortado hace meses, en mis mejillas aun caían lagrimas.
Estaba a punto de dormirme cuando escuche un sonido perturbador eran como 2 o mas personas corriendo de un lado a otro, no podía divisarlos; segundos después veía sus sombras eran mas, eran alrededor de 6 hombres, sin duda hombres, la altura y las contexturas de las sombras eran para saberlo.
El susto me puso alerta en un instante, sentía la respiración de algunos y el olor de otros, su olor era como a cuero o madera, sabían que yo estaba ahí, parecían jugar con mi miedo y mi frustración.Risas y carcajadas escuchaba a cada momento estaban disfrutando lo que sea que estaban haciendo.
De pronto tan rápido como llegaron se fueron, no sin antes escuchar a uno que con su voz ronca y casi excitante dijo: -No te imagines nada, ni lo intentes, pobre y delicada joven-.
Cuando sentí que finalmente se alejaron, mi corazón dejo de latir tan rápido y la calma apareció, aunque no dejaba de pensar porque me dijo eso, que significaba eso ~No te imagines nada, ni lo intentes, pobre y delicada joven~, la frase permaneció en mi mente unos minutos hasta que deje de darle importancia.
Volviste tu a unos 30 metros lejos de mi, te veías mas disgustado, confundido y mas perturbado que antes, al parecer no notaste a esas extrañas sombras, tu cara solo te hacia ver mas confundido que antes por tu ubicacion únicamente.
Me levante y esta vez si podía caminar, corrí fuertemente hacia ti. Cuando estaba alzando un grito, no pude: -¿Que rayos estaba pasando de nuevo?-.
Me pare en el medio de la nada, ahora menos entendía las cosas, como es que no podía hablar ni entonar un sonido.
Tu en un ahogado llanto y yo viéndote, seguí corriendo para abrazarte pero mientras mas me acercaba a ti menos me veías ni me sentías. Finalmente llegue donde tu estabas frente a frente, tu llorando, yo intentando que me vieras; pero nada era posible me sentía un fantasma, no podías oírme ni mucho menos verme. 
Te sentaste cansado y secando tus lagrimas, yo me senté a tu lado, podía sentir tu corazón latir muy rápido.Un abrazo te di y no hiciste ni movimiento, toque tu mano estaba tan fría y húmeda como tu cara.
Ya cansada me acosté a tu lado viéndote la cara, tus hermosos ojos castaño claro y tu boca, una boca tan provocativa como una fresa fresca.Me levante, estabas casi dormido con tu cabeza apoyada en el tronco de un gigantesco roble, con tu ojos casi cerrados completamente, te bese, tus labios estaban fríos como la neblina, me perdí en ese único roce de labios.
Un rayo de luz hizo que abriera los ojos lentamente, al percatarme ese rayos de luz provenía de la ventana de mi habitación me di cuenta que tenia mi pijama puesta y estaba acostaba en mi cama.No recuerdo a que hora me dormí anoche, pero el sueño que tuve lo recuerdo como si lo hubiera vivido hoy. Las palabras de aquella persona, cosa o ser me perseguian ~No te imagines nada, ni lo intentes, pobre y delicada joven~, pero intente ignorarla y pensar en aquel chico del bosque, en aquel beso, no sabia quien eras ojos hermosos, ni de donde venias, pero si sabia que ese sueño tenia cierto misterio.
Tenia un cansancio tan fuerte como si no hubiera descansado nada, que decidí seguir durmiendo, aquel día era domingo no había obligaciones importantes como para levantarme temprano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario