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18. Venezolana, escritora por pasión.

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09 junio, 2013

Conociendo un pedazo del infierno (Quien eres cap. VI)


~Te veo, ¡ahí estas! Esta vez luces calmado, diría que estas feliz ¿Cómo haces para verte así? Ahí observando una radiante casa, sollozos tus castaños ojos reflejan una belleza que jamás me di en la tarea de descifrar en nadie, tu llanto era leve de plena dicha, tu aura despliega una sensación placentera y yo solo soy una oculta espectadora de ello.~
Tengo la sensación de que estoy soñando y me percato de un olor nefasto, antes de darme cuenta tengo lo ojos vendados ¡Oh Mierda! Estoy vendada, atada y descalza sobre un piso húmedo y frio. Mis brazos están apoyados en mi espalda sujetas son una soga o algo tan apretado que siento que me quema su roce.
¿Dónde estoy? Mi mente me ha jugado otra mala racha con el sueño, realmente pensé que lo estaba viendo de nuevo. ¿Por qué lo he vuelto a soñar si jamás lo he visto? ¿Qué significara su repentina felicidad? ¿Cuál será esa casa?
Ok mas importante ¿Dónde estoy?  Llevo 10 minutos meditando las cosas y no noto presencia de nadie e intento sacudir mi cabeza y zafarme la venda pero mi intento es en vano, y Natalie? ¿Estará cerca de mi?
-Nati?- Susurro en caso de estar alguien cerca.
Nadie acude a mi llamado y me desespera.
No se si moverme  o gritar, creo que lo mas conveniente es seguir guardando la calma, lo ultimo que recuerdo a parte de mi sueño fue estar con Natalie rastreando a la chica y el hombre que la calmo, luego aquellas personas irreconocibles  que no pude observar nos inmovilizaron y por ultimo aquella mirada que simplemente consume mis ganas de vivir. Me doy cuenta que estuve a punto de morir de nuevo o bueno me estaba rindiendo ante las sombras; pensé que seria el momento de mi muerte y una vez mas no fue así,  aunque no se si deba alegrarme por eso.
El viento sopla hacia mi cara y me restriega el fétido olor que impregnaba el lugar, siento que la habitación es de tamaño mediano y tiene alguna puerta o ventana de donde proviene la brisa; aun con mi visión en total negro intento mover los pies en busca de algún objeto en el suelo que me auxilie en la tarea de quitarme las ataduras.
Nada no consigo nada.
A duras penas y logro levantarme, llego con dificultad de espaldas a una de las paredes, intentando registrar la habitación sin poder ver nada me tropiezo con una mesa de hierro la cual me golpeo bruscamente haciéndome caer al piso del dolor, mis manos sienten otra mano en extremo fría y giro mi cabeza en el intento de indagar quien es pero olvido que no puedo ver nada, palpo con fisgoneo aquella mano esta húmeda con algún tipo de liquido; le busco el pulso y jamás lo conseguí esta persona esta muerta, ¡Toque a un muerto!
Me aparto lo mas rápido que puedo, jamás he visto a un muerto ni en la urna y acabo de tocar a uno ¡Natalie! Esta muerta, la ultima persona con quien estuve fue ella y ahora esta aquí muerta y la próxima seré yo.
-Sáquenme de aquí!-
-Lo siento amiga, no se que hicimos pero lo siento-
-¿Por qué mataron a mi amiga?
-Se han llevado a mi hermana de otra sangre-
Mis lagrimas traspasan la tela que me cubre los ojos.
Me acerco a el cadáver de Natalie para tocarla y descubrir lo que le hicieron, pero con mis mano así es imposible, recuerdo que tiene una quemadura en el pie a causa de pisar un cigarrillo de pequeña estando descalza y le busco el pie izquierdo y no esta la cicatriz mis lagrimas bajan su intensidad, localizo la cara y su cabello, no es Natalie; Definitivamente no lo es, es una chica de cabello corto o quizás un chico con cabello largo, no lo se.
Sigo llorando tal cual una magdalena no es justo que esta persona este muerta, ¿Qué hizo en su vida para merecer a muerte? ¿Terminare de la misma manera? ¿Qué he hecho?
Si mi vida había sido tan aburrida en si que jamás he perpetrado una maldad significante.
Intento ordenar mis ideas y no ser presa del pánico en una situación tan critica, me aparto del cuerpo y me levanto siguiendo las patas de la mesa hasta el tope y me quedo de espaldas hacia la mesa con las manos sobre ella, con suma cautela toco cada objeto que hay en la mesa y la mayoría no pude descifrar que cosas eran solo tenían la contextura de objetos de metal entre ellos encuentro varios cuchillos y con todo el silencio posible cojo uno y me desato las manos, el cuchillo era tenia tanto filo que no tardo ni medio minuto es cortar la soga. La sensación de libertad se ve pausada por mi venda y las soga que me ata los pies, maniobro para desatar el indescifrable nudo y mi vista se torna borrosa después de no se cuantas horas vendada y me desate los pies; cuando mi vista volvió a su normalidad luego de varios minuto no podía creer en que tipo de lugar estaba y todas las cosas que en la habitación habían.
Un matadero de humanos?
Mis piernas perdieron fuerzas y caí de la impresión, aparatos e implementos de tortura llenos de suficiente sangre para causar un horrible olor, el cuerpo que estaba postrado en el piso era de un chico el cual su suerte  no fue nada buena, estaba desangrado, rasgado, cortado y torturado vilmente; me alivio saber que no era Natalie aunque de igual manera no deje de llorar por tanta maldad junta para disfrutar el sufrimiento y muerte de una persona.
 En medio de mi agonía escuche sonidos provenientes de afuera y salgo de mi shock. Me oculto tras una silla de hierro de tamaño considerable y se acercan dos hombres corpulentos en busca de algo o quizás de mi.
Husmean de manera brusca los objetos de aquel cuarto de manera rápida, en la búsqueda de algo, ni una palabra sale de ellos al ver que mis sogas y vendas están en el suelo se dan cuenta de que alguien estuvo ahí y se hacen señas mutuamente para seguir buscando. Sudo frio y exhalo de manera leve para que no sientan mi presencia. Son corpulentos a comparación de otros chicos y por la expresión de sus caras no parecen muy felices de no encontrar lo que quieren. Ambos intentan limpiar el desorden y uno recoge el cuerpo ensangrentado y otro recoge las cosas que me apresaban; están a punto de irse, lo logre.
-La chica ha escapado, no debe estar muy lejos y aterrada será mas fácil rastrearla- el mas alto dijo.
-Primero lo primero tenemos que deshacernos de este cuerpo y luego la buscamos, el olor de una dama en apuros y aterrada se puede sentir a kilómetros- respondió enseguida el otro.
Se fueron de manera fugaz, solo vi sus sombras saliendo de aquel lugar, como si fueran fantasmas. A que se refiere con olerme? Acaso es un animal para tener sentido del olfato a kilómetros de distancia? O estaba realmente loco?
Necesito salir de aquí, desde la puerta veo el exterior sin importarme que alguien pudiera verme, quiero realmente salir de aquí. Corro como si mi vida dependiera de ello, porque realmente depende de ello. Me oculto tras una espesa cantidad de arboles cerca del perímetro de aquella habitación de tortura. Era solo un pequeña habitación en una zona alejada lo único cerca era un terreno plano sin uso y el lugar donde me encontraba lleno de Arboles.
Estoy cansada, descalza, herida, sucia, ensangrentada y ni siquiera se si toda esta sangre es solo mía o también de aquel cuerpo, porque no me han matado? ¿Por qué la muerte me esta persiguiendo?
Necesito llegar a un lugar seguro, pero no creo poder aguantar mucho tiempo. Recuerdo lo que discutían aquellos hombres y me apresure en encontrar una salida de aquel lugar, no quiero que me encuentren así de rápido como hablaban acerca de mi olor y desesperación; camine y camine y seguí caminando no importaba cuan lento iba solo me mantuve caminando por lo que parecían horas, encontré un camino de tierra por donde puede pasar carros y me guie hasta que la noche apareció en frente de mi tan rápido como si se burlara en mi cara. No puedo mas, mis pies me arden, mi estomago ruge tengo hambre, estoy famélica. Diviso una casa a muchos metros de mi y se que mi cuerpo ya no aguantara ir hasta allá, escucho un sonido pero no le doy mucha importancia mi cabeza ha estado dando vueltas y he escuchado tanto que ya no se si es parte de mi o si realmente hay alguien cerca. Sigo teniendo esos sonido en mi cabeza.
-Ne, necesito ayuda creo que estoy herida- Susurro pues la voz se me esta acabando.
-Quorsum habetis qui auxilio?- Me responden.
-Que? No entiendo lo que dice-.
-Te pregunte cual será el propósito de ayudarte- Aparece un hombre bien parecido de las tinieblas en los arboles y tiene un gesto amable.
-El único propósito que persigo vivir- Respondí con toda la sinceridad posible aunque no entiendo porque me hizo semejante pregunta.
-Ven conmigo, yo te ayudare, yo te daré lo que necesitas-.
 Me tomo por un brazo y alzo el suyo detrás de mi cabeza para poder apoyarme en el.
~Por ahora necesito poder vivir~ pensé, dejándome guiar con su cuerpo ya que el mío estaba tambaleando para poder seguir sus pasos.
-Exacto, eso es lo que necesitas, por ahora-.
¿Me ha leído la mente? ¿Enserio lo pensé o lo dije? Ya no se que ha pasado conmigo y no tengo las fuerzas para seguir cuestionándome, solo quiero descansar.

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